Son la base fundante de los Centros de Producción y Consumo

Garantizan  la continuidad de esta iniciativa en el tiempo, manteniendo los valores esenciales que dieron origen a esta propuesta; son lineamientos por medio de los cuales se hacen prácticos los valores y brindan normas a seguir.

Los CPyCJ – Centros de Producción y Consumo Justo- según El Arca promueven el encuentro de los sectores que componen una comunidad: familias, organizaciones sociales, culturales y religiosas, empresas, escuelas, institutos tecnológicos, universidades, instituciones públicas, etc. En particular alientan el encuentro de productores y consumidores, conformando una comunidad prosumidora (productora y consumidora a la vez), que genere un diálogo superador desde lo diverso, que posibilite alianzas necesarias y convenientes, que estimule la lógica de la reciprocidad y del sentido trascendente como medio para satisfacer sus propias necesidades legítimas.

La organización de CPyCJ según el sistema Arca implica la creación de un Nuevo Actor Económico, concretamente una empresa de gestión social: democrática, autónoma, con participación protagónica de los productores y consumidores en los órganos de decisión política (la Asamblea y la Comisión Directiva) y con esquema de delegación de confianza en el equipo operativo, encargado de la operatoria cotidiana. Este nuevo actor se  convierte en un intermediario que  genera riqueza y no la acumula, sino que la reparte y   se auto sostiene. Cuando sobrepasa el punto de auto sostenibilidad económica debe reinvertir socialmente sus excedentes en la misma comunidad, por decisión de los participantes.

Los CPyCJ según el sistema El Arca tienen un foco preferencial en la promoción de trabajo digno y útil, reconocido en condiciones justas, impactando positivamente en las zonas de incidencia y especialmente en  aquellas familias con menos oportunidades.

Los CPyCJ según el sistema El Arca deben practicar los principios del comercio con justicia, del  consumo consciente y responsable y del cuidado del ambiente.  Y asignan con equidad de género, a la persona humana un rol activo en los procesos de producción, transformación, comercialización y tratamiento de los desechos.

Los CPyCJ según el sistema El Arca deben aplicar procesos y procedimientos, internos y externos que cumplan con la ética del cuidado, de la suficiencia y de la preservación del ambiente, logrando hacer las cosas bien en beneficio de todos. Implica encontrar el punto de consenso sobre calidad, entre los productores y consumidores o sea en la comunidad prosumidora.

Al ser los CPyCJ según el sistema El Arca organizaciones con reglas consensuadas, transparentes y abiertas, están sujetos a evaluaciones periódicas, a certificaciones, a auditorías sociales y a rendiciones de cuentas públicas. 

Las actividades del CPyCJ según el sistema El Arca deben buscar el Bien Vivir, para ello orientan sus prácticas y el hacer, para responder a las necesidades y problemática de la comunidad en el presente y futuro. En este marco el crecimiento propuesto es a escala humana, consiguiendo ampliar el impacto como suma de las interacciones a tamaños comunitarios.

La formación permanente y la promoción del cambio cultural hacia el Bien Vivir son   esenciales para todos los participantes utilizando alternativas formales y no formales de educación.  Los CPyCJ según el sistema El Arca se convierten en una comunidad de aprendizaje donde todos pueden enseñar y aprender, en la construcción de conocimientos apropiados y apropiables.

Los CPyCJ según el sistema El Arca deben ser  espacios atentos a la conformación de escenarios positivos para su desarrollo, aportando aprendizajes para el impacto en los sistemas educativos, en las legislaciones y reglamentaciones vigentes y en  la constitución de políticas socio económicas  afines.